El primer paso es solicitar una consulta personal con un médico estético que haga criolipólisis.
El médico se tomará el tiempo necesario para hacer una valoración integral de sus objetivos. Juntos, médico y paciente estudiarán el cuerpo desde diferentes ángulos y, se centrarán en las zonas específicas donde desee eliminar la grasa.
Encuentre una clínicaEl médico diseñará un plan de tratamiento que se adapte a las necesidades de cada paciente. El médico cuenta con diferentes aplicadores para elegir y diseñar un plan de tratamiento que ayude al paciente a lograr los resultados deseados.
En algunos casos, un plan de tratamiento personalizado puede incluir más de una sesión. Por ejemplo, es posible que se desee eliminar la grasa del interior y/o del exterior del muslo, y luego enfocarse en los michelines o las cartucheras. Si se tiene poco tiempo pero existen varias zonas con grasa no deseada, en algunas consultas se pueden emplear varios sistemas de criolipólisis a la vez.
El medico podrá ofrecer una recomendación clínica sobre las zonas que pueden llegar a tratarse así como un plan de tratamiento.
Es un procedimiento no invasivo. Durante el tratamiento, se colocará una almohadilla de gel y un aplicador en la zona elegida. Esto proporciona un enfriamiento controlado en la grasa objetivo.
Como su nombre indica, el procedimiento de criolipólisis puede ser un poco frío. El enfriamiento controlado se administra a través de un aplicador que congela la grasa objetivo. Aunque inicialmente se pueda sentir un frío intenso, esta sensación generalmente desaparece cuando la zona se adormece. Como la mayoría de los aplicadores usan vacío para introducir el tejido graso en la copa del aplicador, también es posible que se sienta algo de tirantez, estirones o pellizcos leves.
Una vez que el paciente y el médico han seleccionado la(s) zona(s) que se van a tratar, el dispositivo se coloca en el cuerpo y se aplica un enfriamiento controlado. Se colocan una almohadilla de gel y un aplicador en la zona seleccionada. Los aplicadores de vacío succionan el tejido hacia el interior de la ventosa del aplicador. Los aplicadores superficiales se fijan en el lugar del tratamiento. Todos los aplicadores administran un enfriamiento controlado al tejido graso tratado.
¡Por supuesto! Se anima a hacer lo que le resulte más cómodo para cada uno/el paciente.
El procedimiento es no quirúrgico, lo que significa que el tiempo de reposo es reducido. A menudo, los pacientes vuelven al trabajo directamente después de su tratamiento. Esto variará con cada persona y puede depender de la zona que se vaya a tratar.
Durante el procedimiento, se pueden experimentar sensaciones como tirones, pellizcos leves, frío intenso, hormigueo, escozor, dolor y calambres en el lugar de tratamiento. Estas sensaciones van desapareciendo a medida que la zona se adormece.
Tras el procedimiento, los efectos secundarios habituales suelen ser enrojecimiento, hinchazón, blanqueamiento, hematomas, firmeza, hormigueo, escozor, sensibilidad, calambres, dolor, picazón, sensibilidad de la piel y entumecimiento. El entumecimiento puede persistir durante varias semanas. Puede aparecer una sensación de hinchazón en la parte posterior de la garganta después del tratamiento de la papada.
Aunque son raros, también pueden producirse algunos efectos secundarios adicionales como hiperplasia paradójica, dolor de inicio tardío, quemaduras por frío, síntomas vasovagales, induración subcutánea, hiperpigmentación y hernia. Consulte nuestra página de Preguntas frecuentes para obtener más información.
Como con cualquier otro procedimiento médico, se recomienda que consulte a un médico para determinar si este procedimiento es adecuado para cada persona.
La mayoría de los pacientes puede volver a realizar su actividad normal inmediatamente después del procedimiento. La mayoría de los pacientes ven resultados entre los 2 y 6 meses tras el tratamiento, dependiendo de la zona que se trate.